A estas alturas casi 600 km sabiendo que la carretera que me encontraré no tiene ninguna dificultad, me parece un paseo. Le he perdido el respeto a las distancias, es por eso que a las 11:00 am, decidimos José con su camión y yo con mi moto hacer la última etapa de este viaje juntos. Salimos casi sin ganas, pues ambos teníamos una pregunta en nuestra mente.... ¿ Y ahora qué? una sensación extraña....pero eso os lo contaré más adelante.
El día está gris, pero la temperatura es agradable, 14º y aunque amenaza lluvia, esta no nos alcanzará en todo el recorrido de hoy. Enseguida paramos a comer en un restaurante de carretera muy típico y "casualmente" tenían hamburguesas, por lo que no pudimos resistirnos a degustar un manjar que tanto escasea por estas tierras.
Realmente parecía que no queríamos llegar y tardamos en esta parada casi dos horas, por lo que eran ya las 14:00 pm cuando reiniciamos marcha. La carretera está buena, pero el furgón de José no anda más que a 100 km/h, por lo que a mí se me hace muy aburrida la conducción. Cuando nos encontrábamos a mitad de camino aproximadamente, paramos de nuevo esta vez a tomar un café, el lugar donde nos detuvimos es similar a lo que aquí sería una venta de carretera, nos sorprendieron las fotos que había en su interior, eran fotos de este lugar pero en las que los protagonistas eran osos, que en algún momento decidieron pasar por allí.
Nada más salir , vemos unos coches parados en el arcén y sus propietarios fuera mirando hacia las montañas cercanas, por lo que nuestra curiosidad nos obliga a detenernos, cuando les preguntamos nos indican que está observando un oso negro a unos 500 m, amablemente nos prestan sus prismáticos, y efectivamente observamos como un gran oso negro está sentado comiendo frutos silvestres. Tras observar un rato, tan bello espectáculo y despedirnos de estos amables amigos, seguimos nuestra marcha. No tardamos mucho en llegar a un paraje natural espectacular, si bien por el que veníamos también era bien bonito, el " Denali National Park" que así se denomina este lugar, presidido por el "Monte Mckinley" el pico más alto de Norte América con sus 6236 m es un lugar que bien merece una visita más prolongada, que dejamos para otra ocasión.
Casi sin darnos cuenta llegamos a nuestra meta, ANCHORAGE, ese punto minúsculo que en los días en los que preparaba este viaje veía tan lejano y pequeño, resulta ser con sus algo más de 300.000 habitantes, la ciudad más poblada de Alaska, si bien no es una belleza de ciudad, está situada en un enclave estratégico en lo que a belleza natural se refiere.
José, aunque se muestra feliz por haber llegado a la meta, siente una amargura interna ya que ese no era el final esperado y se emplaza así mismo a venir el próximo año a recorrer los km que no pudo hacer arriba de su moto, pero a pesar de ese pequeño inconveniente, nos sentimos felices de haber conquistado nuestros sueños.
Ahora lo que nos queda es ponernos en función de regresar nosotros y nuestras motos a España, por fin a casa. Esta última no será una tarea fácil, mejor dicho, Barata. A pesar de tener mucho camino recorrido, gracias a la información que me envió Pedro ( Que llegó en Junio), el lunes 6/09 resultó ser festivo aquí, por lo que nada pudimos hacer y el 7/09 la empresa que le hizo el servicio a Pedro estaba cerrada, con un mensaje en su contestador que decía que estaban de vacaciones. Nos recorremos todas las empresas habidas y por haber (que no son pocas) y la mayoría no hace este trabajo y la que lo hace nos da precio por encima de los 5000$ y otras que dicen hacerlo nos envían a la primera, por otro lado José María (la persona que envió mi moto desde España) está trabajando en el tema, pero no consigue mejores resultados y la agente que le hizo el envío a José tampoco. Decidimos pasarnos nuevamente por la nave de la empresa recomendada, por si suena la flauta y sonó, estaban ahí. Pero el precio que nos dan es exagerado por lo que nos emplazamos al día siguiente para ver si han conseguido mejor precio. Si bien esta empresa es especialista en el envío de motos, el tramo que de verdad dominan es el de Anchorage a Seattle, que es el que hacen todos los Gringos que llegan hasta aquí, europeos, venimos menos. Al día siguiente no sin haber quemado los últimos cartuchos buscando otra empresa, pero sin resultados, llegamos a la cita acordada y yo tengo claro desde antes de entrar por la puerta que mi moto la envían ellos, no quiero perder ni un día más aquí, cada día que pasa te cuesta pasta que hay que sumar al envío, por lo que efectivamente llegamos a un acuerdo y llevo mi moto allá y esa misma noche estoy volando de regreso a casa.
PD: Colgaré los datos de esta empresa, tan pronto mi moto se encuentre aquí en España, con los comentarios que correspondan en función del servicio que finalmente realicen, si bien tengo buenas referencias por parte de Pedro, ya os diré precios etc